En Káeru me han dado la oportunidad de adentrarme en la educación desde la perspectiva de los papás y de las mamás. He acudido a un grupo lleno de personas con experiencia, con un desarrollo propio y con hijos e hijas maravillosos. La sesión en la que pude estar presente fue tan enriquecedora que mi conclusión final fue que eran mamás y papás admirables ya que lo más importante ya lo tenían, respetaban a sus hijos e hijas por encima de todo.
Sé que la maternidad puede ser un camino un tanto solitario, y conociendo eso pude valorar el beneficio que podían obtener los padres y madres de un grupo que busca simplemente compartir y acompañar. Además, todos los temas que se pudieron sacar a lo largo de la asamblea vinieron a ser asuntos que todos y todas habían pasado o estaban pasando, de esta forma se podían guiar entre ellos compartiendo sus experiencias. Realmente, este proceso es algo que se da de forma natural entre las personas, nos gusta compartir, preguntar y debatir con personas que están viviendo lo mismo que nosotros. En Káeru se favorece el espacio para ello mediante un lugar agradable y grupos equilibrados para llevar a cabo conversaciones enriquecedoras y formativas. Así pues, encauzan el grupo dos profesionales que a partir de una programación median entre las personas y el contenido que se considera relevante. En el grupo en el que yo pude incluirme, las educadoras, Itsaso y Sara, guiaron la conversación hacia los objetivos que pretendían a partir del planteamiento de cuestiones y de ir incluyendo en la conversación diferentes términos o conceptos.
Los padres y madres lidian con una rastro del pasado, quiere decir que las experiencias que han vivido a lo largo de su vida y que les han educado y formado son decisivas en su ser actual. De esta forma, nuestro pasado forma parte de nuestro presente y condiciona nuestra manera de actuar y educar a nuestros hijos e hijas. Naturalmente las personas durante nuestro desarrollo incorporamos como propios ciertos aspectos de personas cercanas a nosotros. Este concepto es conocido como introyecto y es una cuestión que se plantea a los padres y madres. Ser conscientes de los introyectos que influyen en nosotros día a día nos puede ayudar a determinar quiénes somos y quién queremos ser. Sin embargo, buscar en nosotros mismos un introyecto es una tarea un tanto tediosa y que requiere una gran introspección y una buena mirada a nuestro pasado. Los papás y mamás de este grupo compartieron algunos de los que creían que eran sus introyectos, favoreciendo así la comprensión de su influencia y consecuencias.
Finalmente, se abrió el mundo de los lemas familiares. Esto es la búsqueda de qué pretende defender una familia, de quiénes son, de cuáles son sus valores o cuáles son sus fortalezas. Este tema, al igual que los introyectos, son aspectos que tenemos tan interiorizados en nuestro ser que es complicado discernir. Por ello, tenemos que intentar mirarnos a nosotros mismos desde lejos y apreciar los detalles más sutiles. Así pues, se invitó a las mamás y papás a analizar cuál es el lema familiar de su familia de procedencia para conocer cuál ha sido la influencia de estos en su desarrollo como personas, y por lo tanto, como padres y madres.
Soy consciente de que en esta entrada hay un análisis más tendente hacia lo objetivo y que he dejado de lado lo emocional. Pero así es como he podido plasmarlo. Quiero que las personas que lo lean entiendan exactamente el funcionamiento de esta parte de Káeru y si quieren descubrir la parte más maravillosa de forma más cercana les recomiendo que se acerquen un poco más.