Durante la última semana de febrero hemos vivido con intensidad el campamento de la semana blanca. Muchas horas, muchos niños, muchas vivencias y como consecuencia muchas emociones. Personalmente el campamento ha resultado una lucha entre el querer estar al 100% y el cansancio. Una atención a los niños y niñas contínua resulta un esfuerzo mental enorme y mucha capacidad de resolución de imprevistos. Ha sido tan enriquecedor que todavía, mientras escribo, estoy procesando el aprendizaje.
Para empezar, poder convivir durante tantas horas con niños y niñas en grupos reducidos resulta un regalo si lo que quieres es poder conocerlos en profundidad y crear una relación de confianza. Los niños, como los adultos, crean desde muy chiquis un personaje que muestran a las demás personas. Sin embargo, en ellos es más fácil desenmascararlo y ver algo real. De esta forma, hemos ido conociendo fortalezas, miedos, capacidades o niveles de autoestima. Además, el campamento es un escenario ideal para comprobar las habilidades sociales de los niños y niñas. Entre ellos se crean lazos de ayuda y también conflictos, pero sobre todo compañerismo.
Algo que he podido descubrir durante esta semana es la facilidad con la que un niño o niña puede introducirte en sus propias espirales y llevarte por los caminos que él o ella decida. Ellas y ellos son pequeños expertos en averiguar tus debilidades e intentar explotarlas, yo quiero aprender a evitar esto mismo. Lo idóneo sería que nuestros niños y niñas entendiesen que no es necesario manipular a las personas para conseguir lo que necesitan, que desde el diálogo y la comprensión se puede llegar mucho más allá. Aunque en el plano práctico esto es difícil de comprender creo que sigue siendo primordial tratar de transmitirlo y normalizar una comunicación directa y sincera como base para todo lo demás. Así pues, yo como educadora debo aprender a no hundirme en las rutinas y dinámicas de quien acuda a mi, yo debo ayudar a las personas a flotar y salir de ahí, no hundirme hasta el fondo y quedarnos los dos atrapados.