El verano nos ha dado la energía que necesitábamos para asumir nuevos retos, descubrir de que somos capaces y valorar el encuentro, la complicidad y la alegría. Debatir juntos y juntas, expresarnos entendernos, respetarnos y crear con lo que somos y con lo que vamos aprendiendo, ha sido la llave para entrar a un lugar dentro de nosotros donde todo es posible. Hemos hecho malabares con todo eso, y encontrar el equilibrio todos y todas sabemos que no es fácil, pero apoyándonos lo hemos logrado!

Muchísimas gracias a todos los niños y niñas que habéis llegado a Káeru y a los que ya lo sentís como casa.

Para nosotras, sido maravilloso conoceros, ver vuestra luz, y a todas esas mamás y papas que habéis confiado en Káeru.

Un abrazo!